oración

si yo fuera peregrina de mi misma
si llegara a la dulce
posada esmeralda
del corazón

lunes, 27 de junio de 2011

estos últimos días

suena el timbre, estridente, descuelgo, pregunto, una voz enérgica, los coches pasando en diferido detrás de la voz, pulso la tecla, abro, el hombre de la voz enérgica pulsa el botón, sube, verticalmente asciende por la columna del ascensor, otro timbre, feo, el de mi puerta, abro, en las manos del hombre de la voz enérgica un paquete, firmo, nos damos los buenos días, cierro,

rasgo el paquete, varios papeles juntos, doblados, manuscritos a dos tintas, una carta, confidencias, deseos, y una sorpresa, un regalo tardío de cumpleaños, envuelto, protegido, en un colchón espeso de burbujas de aire, deshago la nube, deshago, el papel, deshago la caja, dentro una pluma, delicadísima, de cristal, delicadamente malva, algo bellísimo como un sueño de palacios antiguos, a la derecha un frasco de tinta, no entiendo el color, es un color mágico, no hay nombre, es el color de un tiempo que no es pasado ni presente ni futuro,

dibujo espirales,

la frente me arde, alambres en la garganta, tengo que meterme en la cama, duele, no puedo hablar, oh enfermedad yo te conozco, los huesos se ablandan, la cabeza es algo demasiado compacto, intento dormir, intento leer, me duermo, las hogueras de San Juan dentro de mí, en mi frente, quemándose extraños sueños, desde el balcón fuegos artificiales por todos los barrios, flores de luz que se abren y mueren al instante, bombollas de sonido, crepitación, mis ojos duelen, me duermo, sigue la hoguera quemándome lentamente,

intento leer, me duermo, bebo agua en algún lugar que no es mi casa, los sueños duelen, los ojos duelen, me despierto, me quejo, soy consolada, me río, doy un pequeño paseo, por la noche toso mucho, enciendo una vela en el balcón, cenamos bonito, romántico, toso mucho, el camión de la basura pasa por debajo, estalla otro petardo, el basurero grita ¡que ya no estamos en San Juan!, toso mucho, intento leer, me duermo, a las cuatro de la tarde la hoguera sigue ahí, en mi cuerpo, mareas de sudor, fuego líquido, abro la caja y tomo la pluma de cristal, dibujo una cara con ese color de tiempo que no sé qué tiempo es, la vida es rara, intento leer,

acabo la educación sentimental

viernes, 17 de junio de 2011

Billie Holiday - I'm a Fool to Want You (subtítulos en español)




en la noche
como flores que necesitan la irreal
luz de la luna, su pálida fuerza
para crecer

se abren las ventanas, las cortinas blancas revolotean
se abren las voces, las palabras negras revolotean

las cosas, las almas, el humo,
tiemblan unos instantes suspendidas en el aire
luego caen
hacia la gravedad del patio de vecinos
o se diluyen en el frío de la noche

suena un teléfono
pero la esperanza está equivocada
y la luna sigue su paso hasta agotarse
hasta salirse del recuadro de todas las ventanas

esas son las horas más difíciles

PD: Santa Billie, gracias por tu amor.

lunes, 13 de junio de 2011

Hoy
no me siento muy bien
todo es muy confuso, todo es muy confuso.

Qué simple es escribir
esto
y qué difícil vivirlo

y si lo vivo ¿por qué lo escribo?
quizás para vivirlo un poco mejor
con la rítmica
de una canción
esas canciones que una canta en el coche
cuando está de viaje
una larga carretera hacia el sur
el cielo brillante de luz
las ventanillas abiertas
y yo cantando

“hoy
No me encuentro muy bien
Todo es muy confuuuuso, todo es muy confuuuuuso “

Está bien, suena…ligero, gilipollitas,
a caramelo de fresa
da un poco de risa.
Es fácil escribir da un poco de risa
y reir,
claro que también es fácil decir da un poco de risa
y echarse a llorar,
a quién no le ha pasado
mezclar churras con merinas
la sal y el azúcar
los polos opuestos y…
electrocutarse,

Pero vamos a procurar reír, no porque sea mejor que llorar,
en definitiva en una poesía el llanto
tiene mejor prensa,
una sólida tradición
de imágenes tristes, lluviosas, de vísceras dolientes, agonizantes,
verbos con muy mal aspecto, afiebrados, la lengua sucia,
el significado verde de bilis
y el sentimiento amarillo de hígado fatal.
Vamos, poetas que se sienten muy mal
porque todo es muy confuso, todo es muy confuso.

Lo mejor para estos casos, para este caso, el mío,
es no intentar hacer proezas,
no irme de copas con Gil de Biedma o Mallarmé,
directamente
escribir un verso simple, tan simple
como cuando te llama una amiga y le dices
Hoy
no, hoy
no, es que se me ha muerto el tiesto de las margaritas
y yo lo había regado,
¿por qué todo es tan confuso?

Y ella responde
¡Y yo qué sé! ¡Y quién lo sabe!

Entonces te metes en una página en blanco
y escribes
aunque sea mal, qué importa
tropezar con el silencio entre palabra y palabra,
hacerse un cardenal de tinta azul en el dedo
porque la pluma se ha roto,

aunque la pluma se quiebre
el pájaro del anhelo vuela alto
aún hoy, día raro en que canto
con palabras confusas
el desconcierto y la ilusión de estar viva

sábado, 4 de junio de 2011

cómo pasar la tarde

Me preparo un batido de fruta fresca: fresas y kiwi. El color sale muy bonito, lo sirvo en una copa, pienso que a la copa le iría bien que yo la sostuviera elegantemente ataviada con mi biquini y mi largo collar de falsas perlas. También me recojo el pelo en un complicado moño y lo adorno con un enorme hibisco rojo. Pongo en el tocadiscos vinilos de jazz, la suave voz de Chet Baker se arrastra como un dedo por la arena caliente de viejas canciones. Bailo y mantengo una animada conversación con un amigo invisible, un tipo duro y descarado que durante años fue poli en L.A. y ahora ejerce como detective privado. Insiste en que fue él quien me regaló el collar de falsas perlas un verano, cuando aún estaba colado por mis huesos. Yo le callo con frases ingeniosas, de esas de alto voltaje que hacen que los dos bebamos un poco de nuestras copas para disimular entre sorbos la risa que nos damos. Insiste en que quiere conocer mi dormitorio, pero yo le digo que he venido a este hotel con mi cuarto esposo, al que le gusta constiparse con los aires acondicionados, y que por ello está disfrutando de nuestra habitación él solito, en una larga y afiebrada siesta. Mi amigo, el inspector invisible, se las arregla para que salgamos a la terraza del barco, desde esa proa habla de las nubes como de cachalotes blancos y algodonosos invadiendo los mares celestiales. Señala un cúmulo de enormes cachalotes nubes, de panza grisácea. Son los machos, me dice cerca del oído, vuelven desde el norte para aparearse con las hembras. Me parece que nos pueden estar mirando desde las azoteas vecinas así que vuelvo adentro y giro la cara del disco. Invento un rápido crepúsculo bajando las persianas. Le digo a mi amigo, el inspector invisible, no enciendas las luces que dan calor. Él se saca un cigarrillo de algún cajón que ni me acordaba. Dice que es una pena que haya acabado mi batido de niña buena, tan rico, y me propone algo un poco más intenso mientras llama al barman. Yo le digo que ahora soy una mujer casada, y nos reímos, principalmente porque él vino a detenerme cuando yo tenía dieciséis años e intentaba casarme por primera vez con un documento falso. Así es como nos conocimos. Fuma despacio y me pasa el cigarrillo, y después de la más nostálgica de las canciones, aplaudimos a la orquesta.

miércoles, 1 de junio de 2011

         El pasado día 29 fue un domingo precioso. Por la mañana un largo paseo por el barrio de San Andreu, pincho de tortilla de patatas en el Versalles, fotos en las puertas viejas de madera y una bonita conversación. Por la tarde ¡tachán! Mi amiga Laura Freijo, pensapoadora, hacía un “estriptis” emocional en un garito llamado La Papa, en pleno barrio de Poble Sec. Fue algo maravilloso.

         Laura llegó a mi vida hace muchos años. Una vez al mes nos sentábamos juntas en asamblea, pues las dos pertenecíamos a una asociación de mujeres creadoras escénicas que se llama Projecte Vaca. Fueron las vacas las que nos juntaron por primera vez en un proyecto de lecturas dramatizadas, las dos compartimos programa junto a otras dos autoras. Para mí era muy emocionante conocer a otras personas que también se adentraban en la difícil vocación de escribir teatro. Una noche, perdida en las fechas de la memoria, en plena algarabía asamblearia, Laura levantó la cabeza, me miró y me dijo ¿por qué no hacemos algo juntas? Y yo dije, Vale. Encontramos una excusa magnífica en el hecho de ser las dos géminis para crear un cosmos cabaretero y poético bajo el título de Geminianas. Vivimos un proceso de creación delicioso (solíamos acompañarlo de cafecitos con etcétera), divertido (cuántas risas) y peripatético (deambulábamos por la ciudad y yo le enseñaba a Laura mis recorridos sentimentales por las callejas y los rinconcitos que me tocan) Hablábamos, leíamos a María Zambrano y nos tirábamos en parapente hacia una improvisación poética, las dos armadas de cuaderno, pluma y la musa que andaba rondándonos por la cabeza.

         Lo mejor de Geminianas es que se ha fundido y confundido con nuestra amistad. Cada vez que estamos juntas o cuando nos hablamos por teléfono, hay un estado de intimidad y creación inextricablemente ligados y activos.

         Laura es uno de esos grandiosos regalos que me ha hecho la vida y la ciudad de Barcelona, y por los que doy gracias cada día cuando me despierto. Hemos vivido muchas cosas juntas y también nos hemos acompañado en las cosas que a cada una le han tocado. Nos hemos tenido paciencia mutua, y admiración, y “mi visión del asunto”, y apoyo, y broncas, y conversaciones apasionadas, y lloros, y nocheviejas… y muchas cosas más.

         Me gustaría pintárosla al óleo, en un lienzo muy grande, mejor en un fresco, en la pared de una iglesia antiquísima, tan antigua que hubiera pasado por varias confesiones distintas hasta remontarse a  templo pagano. Ese sería el espacio ideal, porque Laura tiene la fuerza de lo sacro en ella, un alma antigua con la potencia de una amazona, una chamana y una profeta. Sí, en ella se juntan la guerrera, la sanadora y la comunicadora, tres torrentes manando desde su espíritu y confluyendo en su mente.

         Como creadora que es tiene el don de la versatilidad, pero ha elegido la palabra como herramienta esencial desde donde forjarse y darse al mundo. Y allí se da, en la desnuda sencillez de un escenario, ella, un atril y sus pensapoamientos (bichitos híbridos y lúcidos de filosofía y poesía)

         Viajar con ella por su espectáculo Soy lo que estás buscando es una experiencia bella, intensa, divertida, emocionante. Hay mucha verdad y mucha vida allí, servida desde un amor y una confianza genuinos en la palabra (¿qué más se puede pedir?). A quien pueda estar leyendo le invito a que visite el blog de pensapoamientos de Laura, que está “linkado” en este, en las Casas de Hospedaje. Allí podrá leer, pero sobre todo yo recomiendo que se hagan con el calendario de próximas actuaciones, compartir en voz alta la poesía es una comunión única.

         Y brindo por Laura, que cree en esa comunión (no es una broma, estoy abriendo una botella de cava)

         PD:
                   amiga del aire
                   con las manos amarillas de soles
                   sembrando palabras
                   lloviendo voces

                   te dibujo como un niño pintaría
                   a un gigante
                   acariciando a las águilas en su vuelo
                  
te coloreo
mezclando los colores del paisaje
                   - la tierra, los árboles, las casitas a lo lejos, el humo,
                   la nube, el cielo y la luna que sale
                   y el sol que entra-
                   en una mancha que pasa, deprisa,
                   como desde la ventanilla de un tren,

                   y ese color tan lleno de todos
sería el tuyo