oración

si yo fuera peregrina de mi misma
si llegara a la dulce
posada esmeralda
del corazón

martes, 5 de junio de 2012

La poesía, la primavera y las ventanas a este mundo



Junio es un mes muy querido para mí, siempre trae regalos entretejidos a sus días, a sus calles, a sus largas tardes que se resisten en transparentarse en noche.

Si hay algo que me sabe a milagro es la poesía. La poesía, como el amor, sucede. No se puede forzar, no se le puede dejar un plato de leche en la puerta para seducirla, no se puede arar en arduas jornadas de tinta sobre tierra blanca.

La poesía es verdad porque no se deja atrapar por definiciones. Quizás sea el nagual del verbo, nuestra puerta a ser lo invisible hecho carne.

De pequeña leía la “Enciclopedia de los Niños”. Y el tomo de las poesías infantiles me encandilaba, el lagarto está llorando, la lagarta está llorando, el lagarto y la lagarta con sus delantalitos blancos. ¡Cómo me fascinaban esos delantalitos blancos!, ¡cómo podía entrar en la realidad de esos lagartos, conocerlos, cantarlos, compadecerlos, reírme de ellos!

De adolescente escribía malas poesías. Me enfadaba porque sabía que eran malas, porque sabía que estaban muertas. Eran forma, emoción, intención, pero eran un monstruo.

Un día sucedió. Ya era más mayor. Me iba de mi ciudad natal, yo sabía que para siempre. Ese irme era mi deseo más vital, más ardiente. Pero aún, en aquella ciudad alguien me prestó un libro. Primero leí ese libro y he de decir que Jaime Gil de Biedma actuó como un espíritu de Pentecostés que bajase sobre mi lengua y me diese la clave, mi clave, una clave de intimidad que nunca podré explicar pues fue un misterio absolutamente personal entre la poesía y yo. Después leí el poema introductorio, Consejos, de Antonio Machado, y se convirtió en mi fe de vida.

Muchos años más tarde, y después de peregrinar mucho por las palabras, tengo una cita preciosa, a la que os invito.

La tertulia de poetas El Laberinto de Ariadna me ha invitado a exponer un recorrido por mi obra poética. Será este viernes 8 de junio, a las 6 de la tarde en la 5ª planta del Ateneo de Barcelona. Mi amigo y gran humanista, Alfonso Levy, me hace el honor de presentarme. Confío mucho en su gusto y su sensibilidad y a él le he confiado varios poemarios sacados del horno. Él me ha visto crecer por los versos.

Y un poco con pudor pero también con mucho placer quiero compartir esta experiencia, hablar de poesía, leerla… y espero que algunos amigos también puedan acompañarme con sus voces. En especial la actriz Alicia González Laa, con la que he trabajado en varias ocasiones, no sólo porque es una primera actriz, llena de talento y de los más finos matices, sino, fundamentalmente, porque ella es, de una manera misteriosa y clara, pura poesía hecha persona, con el delicado y profundo acento de ser persona mujer.

Además la poesía va in crescendo… Así nos llamamos, In Crescendo, una serie de escritores que nos reunimos para trabajar y compartir nuestros textos, nuestras inquietudes, nuestras reflexiones… para no estar tan solos en este a veces áspero oficio de las letras. Presentamos un recital en la Bibliomusicineteca en mayo, durante la Semana de Poesía, y fue una delicia y nos llovieron felicitaciones y petición de bises. Ese mismo recital, muy probablemente lo vayamos a repetir en Cornellá el 12 de Julio, dentro de las Nits de Estiu. Pero aún antes, el viernes 15 de junio, podéis venir con nosotros a inagurar un nuevo espacio que se abre para la poesía en La Valentina, en la calle Regomir. Será a las 9 de la noche, y ahí estaremos, In Crescendo, los poetas Laura Freijo, Albert Tola, Júlia Bel y yo misma.

Así que me asomo a estas ventanas a este mundo para llevar mis ojos y mis versos.

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