oración

si yo fuera peregrina de mi misma
si llegara a la dulce
posada esmeralda
del corazón

lunes, 4 de febrero de 2013

cantar, cantar y cantar

El viernes, comenzando el mes, nos ponemos los zapatitos de tacón y nos pintamos la sonrisa y ¡ea!, ¡vamos que nos vamos pa' el Versus a ver La llaman Copla. Para resumirlo y condensarlo en una frase sencilla y primorosa: nos lo pasamos pipa. Hay que decir que una es coplera y le gusta fregar los platos rememorando el repertorio.




Precisamente el repertorio me sorprendió y me pareció un acierto la estructura y disposición de los temas,  un amplio abanico en el que se van mezclando  la copla y el cuplé más humorístico y la más "desgarrá" de las quejas, los solos, los dúos y los temas corales, a veces auténticos collages que ensamblan distintos fragmentos, como el muy sugerente "Medley Lorca". En cuanto al ritmo del espectáculo es todo un acierto que el segundo tema lo encarrile y borde Gracia Fernández, que precisamente está dotada de una gracia (como su nombre indica) y una finura en el hacer maravillosos, porque levanta el espectáculo y lo sitúa en una cota de buena disposición para el espectador. Todas las interpretaciones de Gracia, tanto desde el lado actoral como desde el musical tienen ángel y, sobre todo, están en el tono de la copla, exacto, fresco y lleno de brío. Además mueve unos hermosos brazos de bailarina y sabe dirigirse al público con mucho salero. Todo el equipo de cantantes suma y hay un buen empaste de conjunto; hay momentos de solos más brillantes que otros, pero todos merecen y reciben aplausos del público al que han hecho disfrutar. Mi único pero es que a veces se desajusta el tono de la copla y se visita algo más "melódico" o con color de "musical tipo Disney". En cualquier caso la labor del director musical, Marc Sambola, es bellísima, con arreglos y decisiones muy interesantes y un equipo de músicos en directo, piano, flauta y violín, que dan una textura singular y delicada a la orquestación. Esto contribuye a limpiar el espectáculo del posible "caspismo" e incluso "casticismo" de las orquestaciones tipo fanfarria clásicas. También el trabajo de dramaturgia y dirección de Marc Vilavella, limpio y dinámico, contribuye a hacer de este espectáculo una experiencia fresca, que despierta la sonrisa, la ternura, las ganas de ponerse estupenda, y los inevitables ¡olé! para celebrar esos finales tan dramáticos de los que gusta la copla. Dedicar al equipo uno de los piropos más bonitos que se pueden ofrecer a un espectáculo: gracias a todos, copleros, salí alegre, alegre alegre, y con ganas de cantar.

2 comentarios:

  1. se verán muy lindas con sus zapatillas http://wikisabios.blogspot.com/2012/12/como-mantener-el-romanticismo-en-la.html

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