… hay ramas en el pensamiento
tallos de los que penden, pendolean,
frutos exóticos, vainas, nidos, panales…
por ejemplo, palabras ciruela, con su jugo dulce y verde
que se madura pronto.
Hay que aprovechar las palabras ciruela, decirlas pronto,
gritarlas desde el balcón,
regalarlas en las terrazas de los bares, en las esquinas
junto a las gitanas que venden rosas,
o bien hacer compotas de poemas, melazas
de relatos.
Es una pena cuando esas frutas
se echan a perder.
***
…voy vagabundeando por la página,
me paro, bebo té, -que se ha quedado frío-
descanso en la orilla, en la cuneta
de la frase, y dibujo flores, soles con un corazón en espiral, caracoles
con gafas graduadas…
luego, poquito a poco, prosigo, y no porque tenga algo que decir
sino por el placer
de este vagabundear página abajo,
descendiendo semillas de canto, esparciéndome
en palabras esenciales, y esperando
que los pájaros vengan a comer.
Mientras, invento una sombra de frases altas y frondosas,
Tallos altísimos de palabras jugosas, sibilantes, amorescentes…
y también una palabra charco, para meter los pies.
Espero a mi amigo el petirrojo,
cierro los ojos,
cierro el azul de los ojos tintos
hasta sentir su pequeño temblor, de pluma, en mi mano
Sin duda es un buen cuaderno.
ResponderEliminar