antes del amor una pantera.
¿qué selva crece la selva?
ahí matriz,
azulejo noche,
venga el corazón a comer de sí mismo,
deshágase la luz en la voz que la dijo,
y la voz
la voz que me ha arrancado las entrañas
vuélvase mi voz,
sepa este cuerpo por qué ha de morirse de un sol mayor,
que se ayunten ya esos dos temblores:
el dolor de dios y el mío
está escrito que habrán de conocerse
Siempre fuiste valiente, Eva Hibernia. Este final me recuerda aquellos versos de Machado del hombre que espera conocer un día a Dios... ¿Panteresco poema o tal vez poema de parentescos? Besos
ResponderEliminar